martes, 20 de enero de 2009

"Empresario, te cambio mi salario"




Con este lema y otros como 'No, no, no, ERE no, ERE no, ERE no', coreados por entre 20.000 y 35.000 personas (según las diversas fuentes), partía este domingo desde la Plaza San Miguel de Zaragoza la manifestación convocada conjuntamente por UGT y CC.OO.
¿Qué se reclamaba? 'Ante la crisis: empleo y protección social'.

Los secretarios generales de UGT y CC.OO. en Aragón, Julián Lóriz y Julián Buey, encabezaban una marcha seguida por unas 350 pancartas (Galerías Primero, Pipelife, Pompas Fúnebres, Tudor, Codesport y Alcoa Sabiñánigo, etc.) de trabajadores de empresas afectados por ERE (Expediente de Regulación de empleo) presentados entre 2008 y 2009 en Aragón, y unos 2000 trabajadores de General Motors España afectados por los expedientes que están sufriendo varias empresas en la región.
Fueron seguidos por miles de personas a las que se unieron otros sindicatos y trabajadores autónomos, así como Nieves Ibeas (Chunta Aragonesista) y el concejal José M. Alonso (Izquierda Unida).

¿Qué está ocurriendo con la crisis y por qué esta manifestación? La respuesta de Julián Buey es clara: “la crisis no está afectando fundamentalmente a los empresarios, ni al sistema financiero, sino a los trabajadores, que están acabando en el desempleo".

A la manifestación del domingo le siguió una reunión este lunes entre Marcelino Iglesias (Presidente del Gobierno de Aragón), Lóriz y Buey para pedirle la puesta en marcha de “medidas concretas” como estas:

* el incremento de dotación para el ingreso aragonés de inserción, que puede suponer ampliar cobertura a personas que puedan quedarse sin prestación y cumplan determinadas características.

* la mejora de las inversiones de la Ley de Dependencia para que se vaya generando empleo.
* La posibilidad de trabajar en la apertura de centros escolares, que mejoría la conciliación de la vida laboral y familiar y generaría empleo con un coste económico relativamente pequeño.

Los dos dirigentes sindicales parecen haber encontrado cierta receptividad por parte del Gobierno Aragonés, si bien es previsible que las movilizaciones continúen durante este año 2009.

Es evidente, y hasta cierto punto comprensible, que ante una crisis económica importante a nivel internacional las empresas que bajen su actividad paralicen al mismo tiempo las contrataciones. Nos guste o no en este sentido debemos ser realistas: si hay menos trabajo no necesitan más mano de obra, en el mejor de los casos la misma, sino es incluso menos. Está claro que una empresa no es una ONG sino un negocio, un negocio que hace balance de costes-beneficios y va a procurar inclinar siempre esta balanza a su favor.
Como he dicho hasta cierto punto esto es “comprensible” aunque no nos parezca justo, y no se puede obligar a nadie a tener un mínimo de “X” contrataciones anuales.
Aquí entran en juego las políticas de protección social de los trabajadores y la intervención del Gobierno para controlar y evitar posibles abusos empresariales y la presentación indiscriminada de los ERE.
Porque claro está, no es lo mismo una pequeña empresa que realmente se ve inmersa en un problema económico serio y tiene riesgo real de tener que cerrar, que una gran empresa que “aprovecha” la excusa de la crisis para congelar subidas salariales, practicar absorciones ilegales, no renovar contratos temporales o realizar despidos masivos o individuales. Y si digo que utilizan la Crisis como excusa es porque resulta aparentemente más políticamente aceptable realizar despidos en un momento en que otras muchas empresas los están realizando, y porque tienen la excusa perfecta: no es culpa de la empresa, es culpa de la crisis. Claro, si consiguen sacar la misma producción con menos plantilla = más beneficios.
Es evidente que estamos inmersos en una importante crisis, que no hay que olvidar que no es sólo a nivel Nacional, sino Internacional, por lo tanto no tiene mucho sentido limitarse a echarse las culpas los unos a los otros (“por culpa de este gobierno… “ , “por culpa de este otro…”). Si sería interesante analizar los motivos para evitar que se repitan en el futuro, aunque hay una palabra que resuena constantemente: especulación.

¿A quien corresponde velar por que todo esto no ocurra? Evidentemente al Gobierno, que tiene que tomar medidas urgentes de protección social, de creación de empleo y de activación de la economía, controlando la financiación del sistema económico y las acciones de las entidades finacieras (porque… ¿quién ha visto que una entidad financiera conceda un préstamo hoy en día? Y ante la bajada del IRPF… ¿quien ha visto bajar su hipoteca?).
También le corresponde a la autoridad laboral, a la que instan desde los distintos sindicatos a intensificar la vigilancia; y a los sindicatos que deben velar por el bienestar de los trabajadores, para que no quede gente en el paro sin cobertura, conseguir un empleo de calidad y mediar en los ERE.
A las empresas y las entidades finacieras, adoptando prácticas éticas.
Pero también a nosotros nos corresponde esta responsabilidad.
Si, si, a nosotros, a todos y cada uno de nosotros nos corresponde evitar abusos laborales, no debemos permitir un despido sin negociación ( a ser posible con mediación sindical), no debemos permitir horarios abusivos, congelación de salarios, absorciones, estar trabajando con el agua al cuello porque falta personal, condiciones poco saludables de ruidos, frío, mala ventilación, mala iluminación… ni debemos permitir todo esto ni nada que nos haga perder calidad en nuestro puesto de trabajo.
¿Y cómo hacemos todo esto? Empezando por ser solidarios, solidarios con nuestros propios compañeros: si vemos una injusticia laboral no hay que callar, por solidaridad y porque mañana nos puede tocar a nosotros; apoyando iniciativas conjuntas de mejoras laborales, reclamando salarios dignos, con movilizaciones y huelgas si es necesario.
Empecemos por “saber”, por conocer nuestros derechos, nuestros convenios laborales, leyendo realmente a fondo nuestros contratos, pidiendo consejo experto cuando la situación lo requiera.
Y lo mismo en cuanto a bancos y cajas, leamos la letra pequeña, pidamos opinión cuando algo nos suene raro, verifiquemos las comisiones, los cargos a cuenta que no tenemos claros ( he llegado a ver cargos de cuotas de tarjetas inexistentes, para qué comentar…), verifiquemos las facturas (no sería la primera vez que una determinada te la pasan dos veces).
Lo que no podemos hacer es callar cuando no nos afecta y afecta al vecino esperando que no nos afecte nunca.

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